mis poemas dicen así:
Sonata
Preciosa instantánea para olvidar la muerte,
minúscula oración al dios más perverso de todos,
el que apuesta a la presión de ceder,
al efímero resplandor del vacío
el placer de la distracción,
veías a los barcos suspenderse
reías en la orilla,
agarrando aire antes de besarnos,
volvernos peces,
pedazos de sexo insurrecto,
revolucionario,
subversivo,
te deseo con todas las adolescentes del mundo,
que abren sus piernas bajo la tormenta,
gritan,
se lamen,
aprietan sus pezones en la vanidad de la noche,
y los discos giran,
mientras el poema se moja
sobre tu sexo alborotado
que grita con olor a amaranto,
abducción mágica del pequeño cosmos
que se abre en mi boca,
revienta en el plexo,
vulvas vivas salvajes
vaciando
el goce
del
dolor,
éxtasis
Agosto
Él salta en la cama como un niño,
desnudo y loco,
su pelo desata la madrugada,
su camiseta viajera duerme bajo mi capucha,
y sus gritos atraviesan mis gemidos,
conchita rica,
dice mientras ríe,
sus dedos palpitan bajo mi vientre,
su lengua enciende mi pecho,
entra a mí,
mientras lamo su dedo lunar,
la sumisión voluntaria
que agita su flaco cuerpo,
late su yugular,
mordemos,
ensayo de locura,
fiebre apresurada,
su mano exacta,
indica mi corazón,
redondea mi pecho,
lo aprieta,
sus costillas acarician mi chacra sacro,
y su aliento indica
el camino espiral,
sinuoso,
el amor no es este paréntesis,
ni este lugar,
ni este (demonios) hermoso lunar en tu espalda,
la pequeña muerte,
mantra,
carburador sublime del big bang.
Caballito de Mar
Manglar alto, la noche estalla
los tres hilos que sujetan el silencio,
las canciones de Charly,
demolido el hotel,
la ola pulsa
amo-estar-dentro-tuyo
el caballito de mar se torna rojo,
puedo rozarte, besarte,
mis uñas clavadas al final de tu espalda,
la
mer
te
la
mar
soplas los pezones mil veces lamidos,
hermosura del orgasmo intuido,
a punto,
presionando,
mi clítoris no extirpado,
reivindicado,
insurrecto,
rojo
latente
mil veces bendecido
por las lenguas que gritan hoy,
incandescencia del gemido,
más puro,
amorcito húmedo,
mojado,
penetrado,
lastimado
tu cuerpo que casi se incendia se sumerge en el mar recién levantado.
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