3/5/09

regresando, acabando la pausa

perfeccionando el rugido del león


Regresé y si apenas cada entrada me doy cuenta que estos escritos son rojamente cada vez más personales. Y acaso así cuando los demonios hubieron de visitarme, también debí alejarme de escribir cualquier cosa.


Y abriendo el libro otra vez leí:

Allá en Aláquez, don Galo, mi familia éramos carameleros, y yo salía con mi charol las tardes a vender los caramelos y los guambras de la escuela me decían Qué más vos Falcón que suertudo que sois, porque no sabían que yo no me comía los caramelos sino que tenía que madrugar y menear horas enteras en unas ollísimas el almíbar hasta que se iba endureciendo y después había que trastornarlo en unos moldes chiquitos en forma de pescados, gallos, mariposas, palomas, y a veces me regaba en las manos y se quedaba pegado quemando i al sacarse el caramelo salía despellejando i había que quemarse los otros dedos para quitarle los trozos de pellejo que se le habían pegado. (Entre Marx y una mujer desnuda, Jorge Enrique Adoum)
...



Y cómo vamos viviendo las cosas, cuando pedimos la cocacola sin ponernos mucho a pensar que si contamina los ríos de nuestras comunidades, si sus fábricas sirvieron para la tortura en la dictadura de Videla en Argentina, si es el símbolo del dominio yanqui...


Y así nos poníamos los zapatos Nike sin pensar en cómo explotaban a los niños de Sudamérica, de la India o de cualquier país del tercer mundo a horas de trabajo sacrificado por centavos dolorosos...

Si aquellos ecologistas, si aquellos que hablaban contra la discriminación seguían siendo especistas consumiendo carne que venía del dolor, de la tortura y de la muerte...
...
Y si el novio regalaba a la novia, como el niño a la madre, aquellas flores de colores hermosos que venían del trabajo infame pagado a noventa dólares el mes por doce horas al día de nuestros hermanos en el campo, enfermos después por tanto químico.


Y así me encontraba yo buscando día a día la consecuencia sin poder alejarme de los días y años de alcohol: del enajenante social que reduce la movilidad juvenil a la embriaguez, y así me encontré yo frente al sol, con una distimia que sabía bien de donde provenía, así abracé una noche en Gualaquiza a la verdad de la espiritualidad que no se aleja del marxismo en que milito.


Que si por atea, no he dejado de crear, tener y formar mi alma, teníamos la obligación de luchar porque nuestro pueblo recupere la palabra perdida, sanar el alma colectiva, el espíritu de nuestros hermanos en un nuevo modo de producción. Así como Camilo Torres luchó con su cristianismo en una guerrilla comunista.

Y si se acuerdan de lo que nos decía aquel lobo estepario, que el hombre sabe muy bien lo que es el ser humano y sin embargo no lo sabe en absoluto, y esa búsqueda es la exigencia del espíritu.

Y acá he de volver para aprender a perfeccionar mi rugido de león, para con fuerza olvidar cierta autocomplacencia y autocompación tonta, huella de los complejos que nos engendra el monstruo del sistema y que todos tenemos derecho a tener pero no a alimentarlos!, y acá he de volver para abrir mis dedos que aún tiemblan a alguien que lea esto, a alguien que esta terapia pueda resultar terapia.

"El socialismo económico sin la moral comunista no me interesa. Luchamos contra la miseria pero al mismo tiempo luchamos contra la alienación (Entrevista de Jean Daniel, Argelia, julio de 1963)" Ernesto Che Guevara
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* los dibujos son de siqueiros.

4 comentarios:

Silvana Tapia dijo...

No sé si es posible que un texto, en estos momentos, me llegue más que éste. Me pareció precioso, todo lo que dices sobre cómo no tenemos derecho a alimentar nuestros complejos porque nos matan y muertos no servimos para luchar.

Me encanta saber que has tenido un tiempo y un espacio para pensar y armarte de coraje, ese coraje necesario para seguir presentes, útiles, amantes.

Te quiero y me identifico con todas tus palabras. Te quiero y siempre estoy de tu lado. beso

(todo lo anterior sonó un poco lésbico pero vos me entiendes je je)

LOLA dijo...

miauuu !!!!!!!!

LOLA CIENFUEGOS

Anónimo dijo...

soi derechoso elytista tartamudeo mucho sobre todo cuando se trata de hablar con individuos del mismo tipo de la misma calaña iguales a voz,sabes solo te justificas en el resto lo inutil que eres te hace temer enfrentar al mundo en la grandeza de su peso el que tiene para tu mente eso se evidencia en los mensajes de tu subconciente en los dibujos en tu actitud más que internacionalista exibicionista, ya uno de mis camaradas rapados te ha investigado y bien que le abriste las piernas ahora te conocemos y estamos allí hostigando en tu círculo más cercano, al otro se lo conquista o se lo destruye, tu elijes...
raza y orgullo obrero
en contra de los que se toman por bandera la lucha verdadera del pueblo...

Anónimo dijo...

Lindas palabras frente a la dura realidad de nuestro pueblo Sudamericano....!!! cuentanos mas sobre tu historia en nuestra querida Alaquez....