25/5/16

País roto

"¡Vuelvan a la cama señores!
Duerman tranquilos,
en este país nunca,
nunca pasará nada,
¡nunca!."
Galo Gálvez, 
Entre Marx y una mujer desnuda.
Jorge Enrique Adoum



Paisito del cóndor bulímico,
que el buen Dios blancuzco dejó a su suerte,
cuando la cáscara caliente del huevo,
caía sobre la huasipinguera
mil veces violada,
arrancada su leche para el guagua blanquito,
arrancada su tierra
desangrada,
crucificada.
bendecida.

Pequeño país donde se mata cada día la Dolores,
y cada día le cortan la trenza a Pancho Jaime,
Sísifo guayaquileño
con olor a cerveza y camiseta de Barcelona,
cojudo país de guerrilla chiquita,
la CIA se ríe para separar al Partido Comunista más pequeño del mundo,
los skinheads se lanzan al precipicio por aburrimiento,
dos niños en una esquina de la Amazonas
inhalan humo de espuma flex
mientras juegan a penetrarse.

País diminuto,
donde no tengo un amor,
ni pan,
ni Dios,
donde la analgesia acaricia los vientos del mar,
esa playita donde hablamos de Gramsci,
del dolor,
de Juan Gelman,
del DSM4,
donde a un costado de la selva,
la ayahuasca hubo de convertirme en león,
rugido que murió
con la tristeza de mi generación,
que nada hace,
que nada dice,
que nada teme.

Ciudad pajera,
a las tres am los dealers cambian su coca por base,
en un centro vacío donde aúllan blanqueados los niños sin mamá,
donde los dos viajábamos en tu bicicleta sin frenos,
cantando a los Mileto
porque
íbamos
a morir.


*imagen de Luigi Stornaiolo