15/1/16

"La maternidad consecuente es un permanente cuestionamiento del orden social existente"



"La maternidad consecuente es un permanente cuestionamiento del orden social existente" Casilda Rodrigañez

Creo que el tema de la maternidad me atrae tanto porque para mí la palabra madre significa todo lo opuesto de lo que debería significar, y quisiera ser una buena madre, o una madre decente, por lo menos, y a toda nueva mamá siempre le recomiendo leer! y mucho, porque nos han robado el instinto, porque vivimos en una sociedad que ha aprendido a criar superficialmente, entonces necesitamos urgente!, trabajar y militar en una maternidad diferente, fuerte, que no se vea como un sacrificio ñoño, qué vuelva a importarle a la gente, así no tenga hijos, porque estamos criando al mundo entero, y ahí es donde debemos poner nuestra esperanza.

Comenzaré diciendo "La Tribu ha muerto". Asumo que es difícil la organización de gente con bebés, porque los bebés como tal duran acaso ¿dos años?, y los padres y madres nos acomodamos de cierta manera al status quo y a los espacios formales, pero ¿no habla Foucault y Preciado de la importancia de las microrevoluciones?, de este microfascismo que vivimos dentro de las Instituciones, y obviamente no hay Institución más fuerte y medular que la Familia.



Empezaré desde el Parto, el parto ha sido tomado por la Institución Médica como un simple ejercicio que hasta cierto punto puede compararse con una violación, sin permiso y como rutina, se realizan cesáreas, inyectan hormonas artificiales para apresurar el nacimiento de tu hijo, cubren de retórica procesos naturales que inculcan miedo disfrazado de respeto al Doctor, estaríamos locas si cuestionamos al Médico, aquel que estudió más de seis años lo que necesitamos para dar a luz y no, casi nunca, cuestionamos al Médico, lo obedecemos, nos volvemos sumisas.

Rodrigañez en su libro "Pariremos con placer" nos dice "No hay procesos fisiológicos que se produzcan con dolor en condiciones normales de salud" y nos cuenta que en civilizaciones primitivas, en pueblos pequeños, no se asocia el dolor al parto, los partos no son dolorosos, y es que la tensión, la ansiedad, producen que el útero no se relaje, creando espasmos, porque ¿qué persona en su sano juicio llega a un orgasmo durante una violación? pues el parto es también un acto sexual, y el miedo es incompatible con un acto sexual, entendiendo aquí que la sexualidad no es falocéntrica.

"Mientras los úteros estarían contraídos no podrían nacer y criarse seres humanos libres". Rodrigañez.

Así que hemos sufrido la primera gran derrota, la expropiación de nuestro cuerpo, la toma de decisiones sobre nuestro cuerpo, y nuestro cuerpo debe ser nuestra primera herramienta de lucha, y bueno a la final el bebé nace, con un montón de inconvenientes si es cesárea, y con el tema de la lactancia sucederá lo mismo, cada vez menos mujeres consideran que es algo necesario dar de lactar, y vendemos nuestras decisiones a las grandes trasnacionales de la Salud, pues sí, a todas las Farmacéuticas que pagan los congresos de los Doctores en hoteles de cinco estrellas en destinos paradisíacos, mientras tu, en tu piso arrendado te comes el cuento de que con biberón crece igual, vendimos nuestra soberanía por una falsa libertad, nos creemos la comedia romántica gringa, donde los bebés duermen en cuartos separados, toman biberón y necesitan coches caros para pasear al Central Park,

El bebé humano vive nueve meses más de exterogestación, un mamífero como un potro o un ternero pueden después de varias sacudidas caminar después de su nacimiento, un bebé nace totalmente desvalido, su sobrevivencia dependerá de su madre y esto es así por la naturaleza, no por un capricho machista.  La crianza con apego hace referencia al trabajo de Jhon Bowlby quien plantea que el bebé necesita un referente de apego para crecer de manera segura, y nos habla de tres tipos de apego, inseguro, seguro y ambivalente, no necesariamente debe ser la madre la figura de apego, podría ser el padre, una tía o hasta una perfecta desconocida, siempre y cuando pase con el bebé y el bebé pueda depender totalmente de esta persona, hablamos de la crianza en brazos.



Pero en este mundo, ¿se nos permite vivir así de despreocupadas o mejor dicho con otra prioridad de preocupaciones?, ¿podríamos entregarnos a la aventura, a veces muy dolorosa, pero bastante intensa de vivir con alguien 24 horas al día?, o nos aterramos, sentimos pánico, ¿tres meses de licencia laboral son suficientes? Nuestro grito de batalla, debería ser NO! estamos criando niños que no desarrollan su apego de manera segura, cuya memoria primaria será de ansiedad, aquí hacemos referencia al concepto de Continuum de Jean Liedloff quien nos habla de la importancia de colmar de lo que el ser humano necesita como especie para asegurar su continuidad en la tierra, y esto tiene que ver con los sentimientos de confianza y seguridad que exigen (y con razón a gritos, a llantos y a rabietas) los bebés, y esto es dormir con los padres (como se ha hecho por miles de años), lactancia a demanda (nada de cada tres horas o en la noche biberón para que no se despierte), portearlos todo el día, incorporar al bebé dentro de la vida de la mamá, es decir, salir, visitar, estar rodeada de gente, bailar, cocinar, trabajar con el bebé encima.

Para terminar, el bebé deja de ser un adorable bebé y empieza la edad del pequeño monstruo, sin duda y todos estarán de acuerdo conmigo, que vivimos en una sociedad adultocéntrica, atacamos las decisiones que ellos podrán tomar, les obligamos a dejar el pañal, en contra de su naturaleza, que tiranía más grande el condenarlos a controlar sus enfínteres cuando todavía no son capaces de eso, obligarles a caminar cuando no están listos, dejarlos llorar para que duerman toda la noche, todo en nombre del orden y la responsabilidad, pues entonces somos unos impostores, y nos convertimos en la Autoridad, somos el Poder establecido, y es que la práctica de mandar sobre los niños es tan vieja como el patriarcado, solo que no está tan mal visto. Y bien dice Casilda Rodrigañez en su hermoso ensayo "Poner límites o informar de los límites, el amor después de la etapa primal"  que "la represión es una bomba de tiempo",  "porque el que yo pueda decidir, el que yo pueda obligarlo, es una realidad de orden secundario, es un asunto del Código Civil, del Contrato Social, de una Ley que me otorga una posición de superioridad; pero no es la verdad primaria y fundamental;  en realidad, no es más que una mascarada para organizar la función de este Gran Teatro del Mundo. Para nada somos superiores a ellos, y quien lo crea, quien crea que es verdad, sufre una tremenda equivocación. Nuestra función de madres es propiciar y proteger su desarrollo, puesto que las hemos parido, no manejarlas como una propiedad".

Ejercemos la violencia, pero en nombre del amor, eufemismos, y claro que aquí va un mea culpa, inhibimos la acción de los niños, lo insertamos en la dinámica de la sumisión, y condenamos a nuestro planeta a una generación de gente agresiva.

Porque vivimos en un mundo donde la publicidad tiene cada vez más de pornografía y nadie dice nada, pero la lactancia es lo más explícito y censurable que puede haber, porque tenemos una concepción de independencia bastante perversa, porque practicamos una dictadura brutal con los niños y hemos perdido el don de la paciencia, del amor incondicional, de la complacencia.

Hace falta militar más como mamás y como sociedad en el tema de la crianza en grupo, en tribu, necesitamos ayudarnos y no criticarnos y ante todo necesitamos ser lo bastante fuertes para cambiar al mundo, cambiando los conceptos que tenemos por una nueva maternidad, una maternidad gozosa, política, reivindicativa, revolucionaria.

Leamos y leamos mucho, leamos a Casilda, a Leadloff, observemos el trabajo de María Llopis en torno a las maternidades diferentes, como el caso de los travestis, veamos las hermosas animaciones de Joan Turu, y los performances de Ana Álvarez-Errecalde.







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