20/5/20

cuarentena



Escribir desde la angustia el desorden
el constante ardor de mi esqueleto
las ganas de mandar todo a la mierda
un encierro y luego otro y otro y así hasta agotar la vida

niños pequeños aislados
venden caramelos para comprar caramelos
se venden también ancianos sin casa ni ataúd
y en la noche recuerdo a Dalton como si hubiéramos cogido
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes más tristes del mundo.

Escribir sobre la angustia las cruces sobre el agua
el manso ahora es de sangre y es nuestro
camiones transitan cagando bilis
y la gente
la gente chuma sus penas en una calle del mercado
llamando la atención
para irse a otro sitio
con música más alta y más espesa
y
no puedo oír más los días que vienen sin piedad
sobre nosotros pobrecitos acomodados
padre con cáncer y sin medicina
una huelga por hacer y el amor por hacer.

Escribir vomitando en angustia con Gálvez
cuando en su silla de ruedas gritó
que durmamos tranquilos
que en este país nunca,
nunca pasará nada,
país de mierda
las palomas amanecen muertas en el parque
lanzadas mil veces en este insano precipicio.

Escribir muriendo en angustia una línea de luz
nuestros gobernantes pirómanos
cintas de seguridad alrededor de la ciudad
negros y cholos y adictos y perras
conmueven la hora en que la noche no lleva mascarilla
remueven la ceniza del cigarrillo
conversan del amor ausente en su plenitud
mientras un niñito en Samborondón
hace su corona party
y los pedacitos de la esperanza se fuman en una tola

reviso bajo el colchón de la celda
y una ouija mal hecha ha florecido.












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