25/9/09

sabateando

Desarma y sangra
-algo sobre cómo me deshumanizó la máquina-


de dónde procedían nuestras angustias? habíamos nacido en la mitad de un sismo violento entre una época i otra que transtornó nuestro corazón?
...
ya no teníamos que teclear la vieja maquina de escribir, ni demorarnos meses en llegar a otro país, las noticias volaban televisadas, i las guerras ahora estallan en alta definición, salían de moldes los niños furiosos, las nenas rebeldes, los bebés apaciguados, los gigantes empresarios, el arte apolítico que desprecia el compromiso tenía otro compromiso: legitimar la pasividad del status quo.
...
no podíamos ver el campo, nos tapaban los edificios, ya no teníamos la manilla roja para que no nos ojeen pero teniamos valium para dormir tranquilos, los señores que se acercaban a hablarnos de saberes ancestrales no se habían convertido también en caricaturas folcloristas?,
hace poco leí este libro de sábato i reuní algunas frases para ponerlas acá, copiando un poco a mi amiga silvi que pone frases interesantes en su interesante blog, pues sí, siempre recuerdo a sábato i es que crecí con él, su alejandra de sobre héroes i tumbas me visitó i me vistió, trayendo a mis manos "hombres y engranajes"...:

- Uno se embarca hacia tierras lejanas, indaga la naturaleza, ansía el conocimiento de los hombres, inventa seres de ficción, busca a Dios. Después se comprende que el fantasma que se perseguía era Uno-Mismo.

- Como dice Jung, el proceso cultural consiste en una dominación progresiva de lo animal en el hombre, un proceso de domesticación que no puede llevarse a cabo sin rebeldía por parte de la naturaleza animal, ansiosa de libertad. De tiempo en tiempo, una especie de embriaguez acomete a la humanidad que ha ido entrando por las vías de la cultura. (…) Este espíritu dionisiaco explica la duplicidad de muchos grandes hombres del Renacimiento que en ciertos casos llevará hasta la neurosis.

- A lo largo de los siglos XVIII y XIX se propagó, finalmente, una verdadera superstición de la ciencia lo que equivale a decir que se desencadenó la superstición de que no se debe ser supersticioso. Era inevitable: la ciencia se había convertido en una nueva magia y el hombre de la calle creía tanto más en ella cuanto menos iba comprendiéndola.

- De modo que al huir de las fábricas en que son esclavos de la máquina, entrarán por el reino ilusorio creado por otra máquinas: por rotativas, radios y proyectores.

- Más no es menos cierto que grandes que grandes y temibles fuerzas se fueron engendrando por debajo de esta arrogante civilización, oscuras fuerzas que no pertenecen a la esencia del capitalismo sino a la del maquinismo: no la desocupación, la miseria, la taylorización industrial, que son atributos de una sociedad basada en el dinero, sino la mecanización de la vida entera, la taylorización general y profunda de los seres humanos, dominados cada día más por ese engendro infernal que ha escapado de sus manos y que desde algún tenebroso Olimpo planea la destrucción total de la humanidad entre sus tentáculos de acero y matemáticas.

- La civilización burguesa tiene también su concepto: es el de una realidad externa y racional. Esto sí que significa una deshumanización, porque la genuina realidad incluye al hombre, ¿y desde cuándo el ser humano está desprovisto de interioridad y cómo es posible suponer que el hombre sea solamente racional?



- Nunca como hoy el amor carnal ha sido descrito con tanta crudeza. Y sin embargo adquiere un sentido metafísico, porque a través de él, en sus intensos pero fugaces éxtasis, el hombre se enfrenta con el trágico problema de la comunicación y del sentido de la vida.

- No basta con emitir alaridos y asustar a los burgueses, no basta con divertirse ni aun con volverse loco: hay que acometer la tarea dura de una nueva construcción, aunque sea en medio de la desesperanza.El hombre debe luchar hoy por una nueva síntesis: no una mera resurrección de individualismo, sino la conciliación del individualismo, sino la conciliación del individuo con la comunidad; no el destierro de la razón y de la máquina, sino su relegamiento a los estrictos territorios que le corresponden.

- Es falso que el hombre desee ese pensamiento objetivo y desinteresado: quiere el conocimiento trágico, que se amasa no sólo con la razón sino con la pasión de la vida. El hombre se rebela contra lo general y lo abstracto, contra el principio de contradicción; porque el hombre de carne y hueso es justamente la contradicción: es y no es, es santo y es demonio, ama y odia, es pequeño y a la vez es capaz de portentosas hazañas.

- Y que, si es cierto que Satanás es el amo de la tierra, en alguna parte del cielo o en algún rincón de nuestro ser reside un Espíritu Divino que incesantemente lucha contra él, para levantarnos una y otra vez sobre el barro de nuestra desesperación.

2 comentarios:

Silvana Tapia dijo...

Qué pleno que hayas escrito en tu blog, al menos las convalescencias tienen esos lados positivos de darnos tiempo para pensar y recordar, como ahora, esos libros que nos marcan, que subrayamos y a los que volvemos siempre para descubrir algo más.

Unknown dijo...

Bacan el articulito, por primera vez voy a coincidir con lo que escribiste, se lee mas a la libertaria que a la estalinista que tambien llevas dentro, ja ja ja.