-algo sobre la memoria y mi país-
La memoria, que nos trae de la mano de quien anduvimos enamorados para llorar tristes con la Violeta, la memoria que nos dice que la niñez no es tan dulce como lo dictan las hojas nuevas, la memoria que nos hace reír solos mientras miramos por la ventana del bus. Sólo la memoria colectiva crea al ser humano como un proyecto en sí mismo, del barro crea la paloma y lo une al milenario vuelo de la colectividad.
La memoria colectiva, transforma la melancolía y la tristeza, en un ejercicio de reflexión, y construye la indignación en un movimiento de resistencia que logra trascender lo individual para hacerse internacionalista. La memoria colectiva hace del caos interior-individual un referente de una sociedad enferma y lucha contra esa sociedad enferma; el mismo escupitajo contra la política de un artista apolítico cae del cielo contra él y fortalece la memoria colectiva.
León Febres Cordero, renombrado personaje de la política ecuatoriana, presidente del 84 al 88, condujo al país a un baño de sangre dentro de una supuesta lucha contra el socialismo, la guerrilla (según el Poder, el terrorismo) que siempre (hermosa coincidencia) nace de entre los jóvenes más jóvenes y florece en las sociedades más desiguales; virtudes y errores hubieron de cometerse en este periodo por parte de los Alfaro Vive Carajo, pero más allá de eso, torturas insensatas, inhumanas, muertes desesperantes, policías desesperados, dejaron lagunas rojas en nuestro paisaje andino, el entonces gobernador Jaime Nebot sigue hablando a nuestros canales de televisión como si no fuera un asqueroso asesino y un monumento se inaugura a León, caníbal felino de mierda.
En fin, quería dejar aquí estas frases reuniditas de León, para que nunca se nos olvide, para que no se nos haga creer que son padres de la patria los que llenaron de luto las universidades y las casas:
“El voto que yo patrocino es anticomunista y antibucaramista. Y si los grupos políticos que representan a estos sectores de opinión consideran que yo soy la persona indicada, no vacilaré en aceptar dicha responsabilidad” El Tiempo, 1978.
“Soy respetuoso de las posiciones de extrema izquierda” La Nación, Bs As, 1984.
“Si se necesita fuerza para imponer el orden en el país, y en las ciudades, habrá que utilizar la fuerza”. El Comercio, 1985.
“Las universidades cuestan 13000 millones de sucres al pueblo ecuatoriano, donde se preparan guerrilleros, donde se preparan subversivos, donde se les enseña con sangre del pueblo ecuatoriano como matar hermanos” Hoy, 1986
“Yo repito, no soy de derecha, yo soy derecho y por esto voy a luchar contra todos estos torcidos que se autotitulan hombres de izquierda y han liquidado a la patria.” Canal 2, 1983.
“El voto del analfabeto es en sí mismo la negación de la sustancia del sistema democrático, la irresponsabilidad e incapacidad nacional” El Comercio, 1977.
“Yo jamás ordenaré tirar a matar, para mí una vida humana tiene un valor imprescindible” Telégrafo, 1983.
“Nuestro gobierno no va a bajar los brazos para entrar en componendas con los enemigos de la libertad, pese al grito estridente y torpe DE LOS DEBILES MENTALES que se someten por miedo a aquellos QUE UTILIZAN LA PALABRA PAZ Y LOS DERECHOS HUMANOS como biombos para esconder esos viejos sistemas de colectivismo y paredón” Hoy, 1985.
“La pistola, mi mejor amigo, no me pide nada, no come y siempre está lista” Hoy, 1986
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